Carta de una MADRE al padre que nunca estuvo.

Te perdiste de todo, De cómo mi vientre, lo protegía Cada día, De sentir esas patadas en mi vientre Como queriendo escapar.
De esos días que no quería levantarme pensando, ¿porque nos habías abandonado?
Y levantarme de la cama, por querer vomitar.
Y no te reclamo nada… Tus motivos debes haber tenido, para desear Haberte ido…Pero te perdiste de todo, de correr a media noche a buscar por toda la ciudad un simple antojo o un antojo imposible, de encontrar.

Te perdiste haber corrido al hospital, saber que en poco tiempo ese amor ya llegará, te perdiste de tenerlo en tus brazos y sentir su corazoncito palpitar y ese llanto como dándote la bienvenida a su mundo. Por llegar…
Te perdiste de todo... De ver sus primeros pasos o escucharlo decirte por primera vez “Papá”
Te perdiste de todo… de verlo llorar el primer Día en el kínder, por no querer entrar…o recitar en un festival de padres a un padre que no quiso estar…
Te perdiste de todo. Pero no te guardo rencor, porque en tu ausencia, yo no me perdí de nada, desde antes que naciera, se volvió en lo que yo más amaba…te perdiste de todo
Y yo no me perdí de nada…

Mientras tú abrazas tu soledad. Yo abrazo a mi hijo, mientras tú sigues engañando incautas. Yo a él
Lo tengo conmigo…le enseño a amar con todas sus fuerzas…a luchar por lo que ama y no ser tan cobarde para dejarlas. no estoy enojada contigo. Al contrario te doy gracias ya pesar que la sociedad me señala como madre soltera
Me siento orgullosa de serlo.
Te perdiste de todo
Pero te agradezco, haber dejado dentro de mí, ese pedacito de ser, que te perdiste de ver crecer y que ahora ya grande…Me dice gracias mama
Al recibirse. Y tú no estuviste ahí, para saberlo.
Autor: Dharius Vidal